Esta versión teatral
adaptada al humor y los guiños españoles mantiene la frescura de su versión
original, donde no faltan momentos surrealistas y grandes momentos de humor.
Lo que empieza como una
cena donde cada participante ha de llevar
a un idiota, acaba convirtiéndose en un enredo mayúsculo para el
protagonista de la obra y todo causado por su “idiota”.
Este idiota va liando la
situación y va dando lugar a una trama desternillante con final feliz.
Los actores, del de
mayor texto al de menor participación, están muy compenetrados y te harán
olvidar todas tus penas, para salir con una sonrisa en la boca.
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