Alicante
viernes, 23 de abril de 2010
LA NUEVA PAREJA de Ultreya
LA NUEVA PAREJA
Os conocí separados,
cada uno por su lado,
camináis ahora juntos,
cogiditos de la mano.
Sois personas excelentes,
unos amigos y algo más
os tengo muy presentes,
estoy feliz y mucho más.
Sois dos ríos que se unen
dos notas de una canción
dos corazones que laten
afinados por un diapasón.
Sois doctora e ingeniero,
una mujer y un hombre,
la señora y su caballero,
avivar del amor, la lumbre.
Bello es el amor ajeno,
Genial es saberos felices,
de pensarlo me emociono,
juntos y comieron perdices.
Os conocí separados,
cada uno por su lado,
camináis ahora juntos,
cogiditos de la mano.
Sois personas excelentes,
unos amigos y algo más
os tengo muy presentes,
estoy feliz y mucho más.
Sois dos ríos que se unen
dos notas de una canción
dos corazones que laten
afinados por un diapasón.
Sois doctora e ingeniero,
una mujer y un hombre,
la señora y su caballero,
avivar del amor, la lumbre.
Bello es el amor ajeno,
Genial es saberos felices,
de pensarlo me emociono,
juntos y comieron perdices.
martes, 20 de abril de 2010
NUNCA MORIRÉ MIENTRAS ALGUIEN ME RECUERDE.
ACUÉRDATE DE MÍ
Llora en silencio mi alma solitaria,
excepto cuando está mi corazón
unido al tuyo en celestial alianza
de mutuo suspirar y mutuo amor.
Es la llama de mi alma cual lumbrera,
que brilla en el recinto sepulcral:
casi extinta, invisible, pero eterna...
ni la muerte la puede aniquilar.
¡Acuérdate de mí!... Cerca a mi tumba
no pases, no, sin darme una oración;
para mi alma no habrá mayor tortura
que el saber que olvidaste mi dolor.
Oye mi última voz. No es un delito
rogar por los que fueron. Yo jamás
te pedí nada: al expirar te exijo
que vengas a mi tumba a sollozar.
Lord Byron
Llora en silencio mi alma solitaria,
excepto cuando está mi corazón
unido al tuyo en celestial alianza
de mutuo suspirar y mutuo amor.
Es la llama de mi alma cual lumbrera,
que brilla en el recinto sepulcral:
casi extinta, invisible, pero eterna...
ni la muerte la puede aniquilar.
¡Acuérdate de mí!... Cerca a mi tumba
no pases, no, sin darme una oración;
para mi alma no habrá mayor tortura
que el saber que olvidaste mi dolor.
Oye mi última voz. No es un delito
rogar por los que fueron. Yo jamás
te pedí nada: al expirar te exijo
que vengas a mi tumba a sollozar.
Lord Byron
jueves, 15 de abril de 2010
RENUNCIAR ES LA PRIMERA MANERA DE AMAR.
LO QUE DEJÉ POR TI
Dejé por ti mis bosques, mi perdida
arboleda, mis perros desvelados,
mis capitales años desterrados
hasta casi el invierno de la vida.
Dejé un temblor, dejé una sacudida,
un resplandor de fuegos no apagados,
dejé mi sombra en los desesperados
ojos sangrantes de la despedida.
Dejé palomas tristes junto a un río,
caballos sobre el sol de las arenas,
dejé de oler la mar, dejé de verte.
Dejé por ti todo lo que era mío.
Dame tú, Roma, a cambio de mis penas,
tanto como dejé para tenerte.
Rafael Alberti
Dejé por ti mis bosques, mi perdida
arboleda, mis perros desvelados,
mis capitales años desterrados
hasta casi el invierno de la vida.
Dejé un temblor, dejé una sacudida,
un resplandor de fuegos no apagados,
dejé mi sombra en los desesperados
ojos sangrantes de la despedida.
Dejé palomas tristes junto a un río,
caballos sobre el sol de las arenas,
dejé de oler la mar, dejé de verte.
Dejé por ti todo lo que era mío.
Dame tú, Roma, a cambio de mis penas,
tanto como dejé para tenerte.
Rafael Alberti
viernes, 9 de abril de 2010
La historia no sirve para nada
pero el que no sabe de historia no sabe nada.
Gonzalo Redondo
Etiquetas:
Frases que nunca deben caer en el olvido
jueves, 1 de abril de 2010
AHORA MÁS QUE NUNCA MUCHOS FACTORES AFECTAN Y MERMAN NUESTRA LIBERTAD
PARA LA LIBERTAD
Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad, siento más corazones
que arenas en mi pecho dan espuma a mis venas;
y entro en los hospitales, y entro en los algodones,
como en las azucenas.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada,
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñaran aladas de savia sin otoño,
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida;
porque soy como el árbol talado que retoño:
aún tengo la vida.
Miguel Hernández
Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad, siento más corazones
que arenas en mi pecho dan espuma a mis venas;
y entro en los hospitales, y entro en los algodones,
como en las azucenas.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada,
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñaran aladas de savia sin otoño,
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida;
porque soy como el árbol talado que retoño:
aún tengo la vida.
Miguel Hernández
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